Un apartamento marsellés en el histórico
edificio Unité d’habitation de Le Corbusier, un encargo lúdico-festivo, y unos
productos capaces de integrarse en el ambiente sin alterar la armonía de los
espacios. Este podría ser el resumen de Apartment 50, un proyecto de
interiorismo efímero que se ha convertido en la última sensación de la
temporada de adictos al diseño. La calidad y la calidez están aseguradas, es un
proyecto de la factoría Bouroullec.
Dicen que la culpa de esta -llamémosla
exposición okupa- es de Jasper Morrison, una de las tres patas sobre las que se
sustenta la colección Vitra Home: ha llevado a una redefinición de la firma de
mobiliario alemana al pensar la actualidad a través de diseñadores
contemporáneos. Las otras dos son los hermanos Bouroullec –Ronan y Erwan- y
Hella Jongerius. Quizá, esto explique la implicación de los franceses en un
proyecto del británico precursor de la “Nueva simplicidad”, una tendencia que
preconiza una interpretación humilde y, al mismo tiempo, más seria del diseño.
Y es que los Bouroullec son muy serios en su trabajo y nada artificiosos en sus
creaciones.
Claro que, ¿quién podría decir que no a
redecorar un apartamento en un edificio de Le Corbusier, en cuyo interior se
respira la maestría de Charlotte Perriand y Jean Prouvé? Puede que esta muestra
sólo sea una excusa para estos tiempos de crisis, una exposición sacada de una
chistera. O, quizá, uno de esos proyectos que surgen “porque sí” y suponen una
bocanada de aire fresco, pero, lo que es indudable es que, sea como sea, ver
una casa en la que conviven las piezas creadas por estos hermanos en la última
década es un placer para la vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario