miércoles, 11 de abril de 2012

Karl Elsener, cuchillero suizo.

El primer diseño de navaja suiza cubría unas necesidades muy específicas, vinculadas a la vida militar. Pero Elsener pronto entendió que el mecanismo que había patentado podía ser adaptado a casi cualquier uso. La principal innovación que había introducido era un resorte central único que permitía extender herramientas a ambos lados del mango de madera que las contenía. Si la “Navaja del soldado” albergaba cuatro artefactos, la del oficial incluía ya dos más: un sacacorchos y una segunda cuchilla menor que la principal.  Tras ciento veinte años evolucionando, las navajas Victorinox han alcanzado extraordinarios niveles de sofisticación. Hoy se fabrican cien versiones diferentes, que incluyen utensilios como tijeras, alicates, abrelatas, brocas, pinzas, limas e incluso memorias USB. Se producen cada día más de 34.000 unidades, de las que un 90% son exportadas.


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